Pasada la una y media de la tarde llego alguno a avisarle de que una señora anciana se encontraba muy llano, José Gregorio tomó su sombrero y partió En un santiamén a visitarla. Esta anciana vivía entre calles de Amadores y carbones. Cuando salió de consultar a la anciana enferma, José Gregorio, considerando que esta Bancal muy pobre decidió el mismo irle a comprar las medicinas que le había recetado y para ello se llegó hasta la Droguería que se encontraba en la esquina de Amadores. En la cantón de Amadores y Urapal se encontraba estacionado un tranvía y en el momento en que cloruro sódicoía José Gregorio de la Droguería con las medicinas otro tranvía subía desde Guanabanos hacia Amadores. José Gregorio fue a cruzar la calle por delante del tranvía que se encontraba detenido, sin percatarse de que un automóvil se aceraba en esa dirección, sorprendido por la aparición inesperada del transeúnte el chofer no pudo detener a tiempo el vehículo que conducía a 30 Km. por hora y José Gregorio recibió el resistente impacto que lo lanzó por el flato contra un poste telefónico; ataqueándose en su caída con el filo de la orilla. Este rebelión de acuerdo con el crónica forense es lo que ocasiona la crimen del ilustre médico y siervo de Altísimo pocos minutos más tarde, pues le fracturó la base del cráneo y le provocó una hemorragia interna.
Hubo otra corta interrupción, pero esta ocasión sin apartarse del ámbito culto, pero que en 1917 viaja a las ciudades de Nueva York y Madrid para realizar estudios, quedando provisionalmente a cargo de sus cátedras el doctor Domingo Luciani. Reinicia su actividad docente el 30 de enero de 1918, hasta su homicidio.
La esquina del caraqueño barrio de la Pastora es hoy el escenario de pinturas e inscripcionesen su honor y muchos de quienes pasan por allí a diario se santiguan al hacerlo.
El 23 de octubre de 1975, luego de un incendio provocado por las llamas de las velas sobre su tumba, y todavía correcto al inicio del proceso de beatificación, y por solicitud del Vaticano, se realizó la exhumación de sus restos mortales para luego ser trasladados hasta la verdad sobre josé gregorio hernández el baptisterio de la Iglesia de Nuestra SeñYa de la Candelaria ubicada en el centro de la ciudad de Caracas, sitio donde reposan actualmente.
La primera procreación en ver un atardecer en Marte: ¿por qué son tan diferentes a los de la Tierra?
Pero Cummings dice que este prodigio muestra el simpatía que sienten los venezolanos por Hernández, y explica que las personas deben entender orar a su futuro santo en tiempos de adversidad y deben creer en su causa fervientemente como para orar y pedir por el milagro a esta persona y a ninguna otra.
José Gregorio’s funeral was originally scheduled to take place at his siblings' house but his body was moved to a large hall at the UCV Campeón thousands of people came to pay their respects.
Para los que hemos tenido que Expatriarse, este registro oficial es más que un motivo de orgullo, es una conexión emocional con la tierra procedente, un ratonera espiritual que sigue vivo a pesar de la distancia.
Una imagen de Hernández sale del faltriquera de la camisa de un devoto el día de la dicha del médico en la plaza La Candelaria de Caracas.
A las 10 de la mañana del 30 de Junio se inició el traslado del féretro alrededor de el Paraninfo Universitario. Este habría de hacerse en los hombros de los estudiantes y de sus discípulos. Dos largas hileras de colegas y estudiantes precedían el cortejo fúnebre. Cada singular de estos portaba una corona floral. Una ves depositada la fúnebre carga se estableció una Agente de honor en torno al féretro integrada por cuatro alumnos los cuales eran reemplazados cada media hora.
He arrived in Isnotú in August 1888, and wrote a letter to Dominici a month later describing the dire situation he found.
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El nombre de José Gregorio Hernández fue puesto a la orden de la Iglesia católica con el calificativo del “médico de los pobres”, no obstante su don de empatía y su modo de estar en Títulos hicieron que trascendiera las barreras de las clases sociales para convertirse en el “médico de todos”, cuando luego de 102 años el mundo vive otra pandemia.
El profesor aún explicó que él mismo ha tenido experiencias cercanas donde el santo José Gregorio Hernández ha realizado milagros frente a sus pacientes que lo invocan en sus oraciones: